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AHCC: más que un hongo

Publicado el 05/11/2016

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Los productos naturales y sus componentes pueden ser una fuente importante de nuevos compuestos inmunoestimulantes con novedosos mecanismos de acción. Un ejemplo de ello son los basidiomicetos, un grupo de hongos que incluye las características setas con sombrero y constituyen una fuente natural de metabolitos biológicamente activos. Algunos de estos hongos han sido reconocidos por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos como agentes antitumorales por el contenido en polisacáridos, responsables de su efecto terapéutico. El polisacárido más conocido es el β-glucano, principalmente aislado en especies de hongos como: Lentinula edodes, Griffonia frondosa, Ganoderma lucidum, Coriolus versicolor, entre otros.

 

AHCC

El Compuesto Correlacionado Hexosa Activa (AHCC®) es el nombre empleado para indicar un extracto de polisacáridos que se obtiene del cultivo líquido de micelios del Shiitake (Lentinula edodes). Fue desarrollado en Septiembre del 1987, mediante una investigación básica realizada por el profesor honorario Dr. Toshihiko Okamoto de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Tokio y Amino Up Chemical Co. Ltd.

 

En una encuesta realizada por el grupo de investigación perteneciente al Ministerio de Salud y Bienestar de Japón, resultó que el AHCC se incluye entre los preparados alimenticios comúnmente utilizados entre los pacientes oncológicos como apoyo a las terapias convencionales, al fin de reducir los efectos secundarios de los quimioterápicos.

 

Otros estudios in vitro, in vivo así como ensayos clínicos han demostrado su acción inmunoestimulante, siendo de gran interés como tratamiento complementario contra las enfermedades de carácter infeccioso.

 

La capacidad de influir positivamente sobre la salud del organismo se ha analizado también en personas sanas durante el cambio estacional, cuando suele haber una bajada de las defensas y aparecen con frecuencia los primeros resfriados. En este caso el AHCC puede ayudar a mantener los parámetros de competencia inmunológica (actividad y número de células NK, neutrófilos, linfocitos) evitando así contraer las infecciones respiratorias típicas del invierno.

 

¿Cómo se obtiene?

Son necesarias determinadas condiciones ambientales (luz, temperatura, humedad, etc.) para que se desarrolle el cuerpo fructífero de los hongos superiores. Éste es el órgano sexual, comúnmente indicado como hongo y que, gracias al crecimiento de los micelios, genera las esporas encargadas de la reproducción.

 

Sin embargo, cuando los hongos se cultivan en un medio líquido, éstos manifiestan la tendencia de proliferar y formar un cuerpo globular en lugar de generar el cuerpo fructífero. Pues, el proceso de elaboración del AHCC pasa por el cultivo de los micelios de Shiitake sumergidos en un medio líquido, durante el cual actúan enzimas sacarolíticas (celulasa y glucosidasa) y proteolíticas (proteasa). Es bajo estas condiciones que las enzimas modifican diferentes compuestos dando lugar a los principios activos del AHCC que les caracterizan. Después de la fase de fermentación y a través del proceso de extracción que incluye una etapa de separación, concentración y esterilización, se obtiene el AHCC que es inmediatamente liofilizado para garantizar su adecuada conservación.

 

Único y diferente

La característica más importante que convierte al AHCC en un preparado tan distinto de los demás es sin lugar a duda su composición. Sabemos que posee una mezcla propia de carbohidratos, aminoácidos, lípidos y minerales y que su contenido en polisacáridos es bastante superior al Shiitake o al Champiñón del Sol.

 

En general, las sustancias presentes en los hongos conocidas por sus beneficios sobre la salud humana son los β-glucanos. A diferencia de los otros preparados, el AHCC solo contiene el 2% de β-glucanos, mientras que abundan los ɑ-glucanos. De hecho, una de las sustancias más importantes que posee es el ɑ-1,4-glucano, compuesto parcialmente acetilado por la acción enzimática a la cual se someten los micelios.

 

Hay que tener en cuenta que nuestro organismo no contiene enzimas para digerir los β-glucanos, pero sí segrega la enzima ɑ-amilasa, que digiere los ɑ-glucanos. Además, estos últimos poseen un bajo peso molecular (5.000 Daltons) que favorece su asimilación a nivel intestinal de forma mucho más eficaz que los otros glucanos, lo cual justificaría la acción sistémica inmunopotenciadora que se observa después de ser digeridos y absorbidos.

 

Vía: herbovita.com

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