
La inflamación que no ves, pero condiciona tu vida
El dolor de espalda no siempre es fruto de una lesión visible o de una mala postura.
Muchas veces hay un enemigo silencioso que lo alimenta día tras día: la inflamación de bajo grado.
Este tipo de inflamación no causa fiebre ni signos evidentes, pero altera poco a poco el equilibrio del organismo. ¿El resultado? Más dolor, más rigidez, más fatiga. La vida cotidiana se resiente: dormir se convierte en un reto, los paseos se hacen cortos, y hasta actividades simples como concentrarse en el trabajo o disfrutar en familia parecen una montaña.
La ciencia ha puesto el foco en un factor que acelera este proceso: los alimentos ultraprocesados, cada vez más presentes en nuestra dieta.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados según la clasificación NOVA?
Para entender el problema, primero hay que definirlo. La clasificación NOVA divide los alimentos en cuatro grupos según su grado de procesamiento:
- Grupo 1: alimentos frescos o mínimamente procesados (frutas, verduras, legumbres, carnes y pescados frescos).
- Grupo 2: ingredientes culinarios procesados (aceites, sal, azúcar).
- Grupo 3: alimentos procesados (queso, pan tradicional, conservas).
- Grupo 4: ultraprocesados, es decir, productos industriales listos para consumir, formulados con ingredientes en su mayoría exclusivos de la industria alimentaria.
En este último grupo encontramos refrescos, bollería industrial, galletas, cereales azucarados, comidas preparadas, embutidos o salsas de sobre. Son prácticos, sabrosos y económicos, pero su valor nutricional es pobre: exceso de azúcares, grasas trans, sal, aditivos, potenciadores de sabor y muy poca fibra o micronutrientes.
Cómo alteran la microbiota y la homeostasis del organismo
Nuestro intestino alberga millones de bacterias beneficiosas, la microbiota intestinal, que participa en la digestión, la inmunidad y la regulación de la inflamación.
El consumo habitual de ultraprocesados afecta a esta microbiota y desencadena una serie de problemas:
- Menor diversidad bacteriana, lo que debilita la protección natural frente a toxinas.
- Aumento de la permeabilidad intestinal, permitiendo que fragmentos bacterianos y sustancias proinflamatorias pasen al torrente sanguíneo.
- Activación del sistema inmunitario, con la liberación de citoquinas inflamatorias como la IL-6 o el TNF-α.
Este proceso, llamado inflamación de bajo grado, altera la homeostasis (el equilibrio interno) y genera lo que los científicos llaman “metainflamación”: un estado inflamatorio crónico provocado por exceso de nutrientes y malos hábitos dietéticos .
De la inflamación silenciosa al dolor crónico
El vínculo entre la dieta rica en ultraprocesados y la inflamación está cada vez más documentado. Lo preocupante es cómo esa inflamación puede desembocar en enfermedades musculoesqueléticas muy ligadas al dolor de espalda.
- Fibromialgia: inflamación periférica y central
La fibromialgia no es solo dolor difuso. Estudios recientes han demostrado que existe tanto inflamación periférica como central. Células gliales del sistema nervioso se activan y liberan mediadores inflamatorios que aumentan la sensibilidad al dolor .
Esto explica la fatiga extrema, el sueño no reparador y la “fibroniebla” que acompañan a la enfermedad. Una dieta rica en ultraprocesados puede empeorar este estado al aumentar los niveles de citoquinas inflamatorias.
- Osteoartritis: más allá del desgaste del cartílago
Durante años se pensó que la artrosis era solo “desgaste”. Hoy sabemos que la inflamación metabólica juega un papel crucial. La obesidad, la resistencia a la insulina y el exceso de grasa abdominal liberan adipocinas y citoquinas que aceleran la degeneración del cartílago .
En este contexto, los ultraprocesados no solo favorecen el aumento de peso, sino también el terreno inflamatorio perfecto para que la artrosis avance.
Harpagofito: la garra de la naturaleza contra la inflamación
Ante esta realidad, muchas personas buscan alternativas naturales que puedan ayudar a controlar la inflamación y aliviar el dolor. Una de las plantas con más respaldo científico es el Harpagofito (Harpagophytum procumbens), también llamado Garra del Diablo.
- ¿Qué es y para qué sirve?
Originario del sur de África, el harpagofito se ha utilizado durante siglos en medicina tradicional y hoy cuenta con el aval de estudios modernos. Se emplea como apoyo en:
- Artrosis.
- Dolor lumbar crónico.
- Inflamaciones de tendones y ligamentos.
- Dolores musculares persistentes.
- Su mecanismo de acción
El principio activo más estudiado es el harpagósido. Se ha demostrado que inhibe enzimas inflamatorias como la COX-2 y reduce la producción de citoquinas como TNF-α e IL-6 .
En estudios clínicos, el harpagofito ha mostrado eficacia en la reducción del dolor y la mejora de la movilidad en pacientes con artrosis de rodilla y cadera, así como en lumbalgia.
En otras palabras: así como los ultraprocesados aumentan la inflamación, el harpagofito puede ayudar a reducirla.
- Seguridad y contraindicaciones
Aunque bien tolerado en la mayoría de los casos, conviene tener precaución:
- Evitar en embarazo y lactancia.
- No recomendado en personas con úlceras gástricas activas.
- Precaución en casos de insuficiencia renal o hepática grave.
- Posibles interacciones con anticoagulantes.
- Lo que el dolor te quita… y lo que podrías recuperar
Quienes viven con dolor de espalda saben que no es solo una molestia física: es una limitación constante.
- Te impide dormir profundamente.
- Hace que los paseos con tus hijos o nietos se acorten demasiado
- Reduce tu concentración en el trabajo.
- Te roba energía para disfrutar de tus aficiones.
Imagina cómo cambiaría tu vida si pudieras reducir la inflamación y aliviar ese dolor que parece no dar tregua. Volver a dormir de un tirón, moverte con libertad, recuperar la energía para disfrutar de lo que realmente importa.
Harpagofito: calidad y confianza
En Infoespalda sabemos lo difícil que es convivir con el dolor. Por eso ofrecemos Harpagofito en comprimidos, un producto natural:
- Fabricado en España, con estándares de calidad farmacéutica.
- Con extracto puro y estandarizado de harpagósido, el principio activo más eficaz
- Diseñado para quienes buscan aliviar el dolor de manera natural y mejorar su bienestar diario.
Conclusión
Los alimentos ultraprocesados alteran la microbiota, aumentan la inflamación de bajo grado y ponen en riesgo tu salud musculoesquelética, favoreciendo enfermedades como la fibromialgia o la artrosis.
Frente a este enemigo silencioso, el Harpagofito se presenta como una ayuda natural, con evidencia científica en la reducción del dolor y la inflamación.
Tu vida no tiene por qué estar definida por las limitaciones. Con un cambio en la alimentación y el apoyo de alternativas naturales como el Harpagofito Infospalda, puedes recuperar movilidad, descanso y vitalidad.