Astrágalo

Astrágalo — Guía rápida para la compra

El astragalo (Astragalus membranaceus), el Huang qi de la medicina tradicional china, es una raíz que ha alcanzado una considerable popularidad dentro de la fitoterapia moderna. Esta leguminosa es fácil de encontrar en dos presentaciones fundamentales: polvo de raíz entera y extracto estandarizado.

En la actualidad, la mayoría de personas suele decantarse por el extracto, ya que además de concentrar los principios activos, sus efectos positivos podrían ser rápidamente apreciables. Igualmente, los suplementos de astrágalo se han ganado buena fama como adaptógenos; de hecho, se utilizan en general para ayudar a las defensas naturales y a preservar la vitalidad.

Lo que realmente destaca de esta raíz son los polisacáridos y los astragalósidos, siendo el astragalósido IV el más llamativo. Los niveles de polisacáridos y astragalósidos son precisamente los que marcan la calidad de lo que compres.

La elección entre polvo y extracto marca un momento clave. El polvo conserva la estructura de la raíz tal como la ofrece la fitoterapia en su forma natural. El extracto, en cambio, concentra los activos a través de procesos de titulación.

Por ejemplo, si ves un extracto 10:1, significa que se han usado 10 kg de raíz para obtener 1 kg de extracto. Así, cada cápsula resulta mucho más potente.

Cómo elegir (criterios)

• Titulación expresa: además del ratio (p. ej., 10:1), que indique contenido de polisacáridos (10–20%) o astragalósidos para asegurar consistencia entre lotes.
• Certificaciones de calidad: busca GMP, HACCP, ISO 22000 para garantizar pureza y ausencia de contaminantes.
• Formato acorde a tus preferencias: cápsulas veganas y sin gluten si lo necesitas.
• Dosificación lógica: lo habitual es 250–500 mg por cápsula de extracto estandarizado para facilitar la pauta.
• Origen transparente: marcas que indiquen procedencia de la raíz y métodos de extracción.

Compatibilidades y marcas

El astrágalo casa bien con otros adaptógenos, como reishi o ginseng. También puede complementarse con vitamina C para reforzar aún más las defensas.

Precaución con la medicación: puede interferir con anticoagulantes, fármacos antidiabéticos o antihipertensivos; en estos casos, consulta con un médico.

Las personas trasplantadas o que toman inmunosupresores deben evitar el astrágalo; lo mismo aplica a enfermedades autoinmunes. Durante la gestación o lactancia no se recomienda por falta de estudios suficientes.

Las fórmulas pueden ser de astrágalo puro o mezclas para defensas donde suelen aparecer equinácea, própolis o zinc, según busques algo más específico o un apoyo general al sistema inmunitario.