Alergia primaveral: Prevención y tratamiento natural

Publicado el 16/03/2014

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La alergia consiste en una reacción exagerada del organismo ante una sustancia que la percibe como un agente nocivo. El cuerpo humano contiene una serie de componentes, células y proteínas, que se encargan de defenderlo cuando es agredido por agentes extraños. Estos componentes forman el sistema inmunológico.

 

En ocasiones, los agentes que son considerados dañinos para el organismo, no son peligrosos pero así es como lo percibe el sistema de defensa. Al entrar en contacto estos agentes con el organismo se produce una respuesta exagerada que produce los síntomas de las alergias.

 

Las sustancias que pueden provocar este tipo de alergias son muchas aunque las más frecuentes son el polen, algunos alimentos, medicamentos, etc.

 

Alergia al polen.

En la primavera se producen más reacciones alérgicas debido a que muchas plantas producen polen que es esparcido a la atmósfera. En los países desarrollados, se estima que un 15% de la población sufre este tipo de alergia. No todas las plantas pueden producir alergia sino aquellas que se polinizan por el aire.

 

En España, los responsables del mayor número de alergias por polinización son los árboles como el roble, el olmo, el plátano o el olivo y, en verano, hierbas como la grama dulce (gramíneas) o malezas como el cardo.

 

¿Qué es el polen?

El polen es una sustancia muy pequeña, más incluso que la punta de un alfiler, que contienen en su interior células espermáticas. Es producido por el aparato reproductor masculino de la flor y su función es transportar las células espermáticas al aparato reproductor femenino para producir la fecundación y dar lugar al fruto.

 

Una sola planta puede producir miles de granos de polen que, en la planta, tiene un aspecto de polvo amarillento pero que, al dispersarse en el aire, no se ve.

 

El polen es reconocido por el cuerpo como una sustancia enemiga a la que hay que destruir, al igual que hace con las bacterias o los virus.

 

Síntomas de la alergia.

La alergia durante la época primaveral suele llegar acompañada de una serie de incómodos síntomas que deben ser vigilados. Es frecuente que se detecte picor en la nariz o en los ojos, moqueo con congestión nasal, tos en golpes o tras haber realizado un esfuerzo, pitos al respirar, cansancio tras llevar a cabo ejercicios moderados, ahogo, enrojecimiento, lagrimeo o molestias a la luz.

 

Por otra parte, si los síntomas se agravan y tienden a convertirse en tos recurrente, ahogo frecuente o en aumento, incremento del cansancio incluso tras mínima actividad, aumento de la frecuencia de los pitos, intensificación del moqueo o congestión o aumento de la irritabilidad ocular, se recomienda acudir a los servicios de Urgencias o del centro de salud o del hospital.

 

Para intentar evitar los efectos del polen o al menos paliarlos para que sean mínimos, la persona alérgica puede tomar una serie de precauciones generales. Para empezar debe conocer las plantas o árboles que le afectan y sus épocas de polinización. Además debe evitar los ambientes contaminados y protegerse de las infecciones respiratorias que pueden provocar una crisis.

 

Consejos útiles:

Para evitar el contacto con el polen, en primavera y verano, se pueden establecer una serie de medidas:

 

  • Mantener las ventanas cerradas por la noche y/o utilizar aire acondicionado con filtros.
  • Disminuir las actividades al aire libre durante las 5-10 de la mañana y de 7-10 de la noche, períodos de tiempo en que la cantidad de polen es mayor en la atmósfera.
  • Mantener cerradas las ventanillas cuando se viaja en el coche. Instalar filtros en el sistema de aire acondicionado del coche y cambiarlos con frecuencia.
  • En los días en que la concentración de pólen es es mayor, permanecer el mayor tiempo posible en casa. Evitar salir en los días de viento cuando la polinización es alta.
  • No secar la ropa en el exterior en esos días.
  • Ponerse gafas de sol al salir a la calle.
  • Evitar tumbarse en el césped.
  • Algunos alimentos ayudan a combatir la alergia: la manzana, la zanahoria, la cebolla, el arroz integral o las espinacas son un ejemplo de ellos. Se deben evitar los productos lácteos, el pan o la pasta.

 

Además de esta serie de precauciones, existen complementos nutricionales que ayudan al organismo a modular estas respuestas exageradas del organismo, consiguiendo disminuir los síntomas de la alergia de forma natural y sin los efectos secundarios de los medicamentos a base de antihistamínicos.

 

Fuente: Doctor José Luis Vazquez

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