La vitamina C, pertenece al grupo de las vitaminas hidrosolubles, interviene en el mantenimiento de huesos, dientes y vasos sanguíneos, por ser buena para la formación y mantenimiento del colágeno. Protege de la oxidación a las vitaminas A y E, así como también a algunos compuestos del complejo B (tiamina, riboflavina, ácido fólico y ácido pantoténico). Desarrolla acciones anti-infecciosas y antitóxicas y ayuda a la absorción del hierro no hemo en el organismo.
el ácido ascórbico no es sintetizable por el organismo, por lo que se debe ingerir desde los alimentos que lo proporcionan: vegetales verdes, frutas cítricas y patatas. Al igual que los hombres, los animales tampoco pueden sintetizarlo, por tanto, ningún alimento animal cuenta con esta vitamina.
La vitamina C se oxida rápidamente, por lo que requiere de cuidados al momento de exponerla al aire, calor y agua. Cuanto menos calor se aplique, menos sera la pérdida de contenido. Las frutas envasadas, por haber sido expuestas al calor, ya han perdido gran parte de sus vitaminas. Lo mismo ocurre con los productos deshidratados. En los zumos de frutas, la oxidación afecta por exposición prolongada con el aire y por no conservarlos en recipientes oscuros.
La vitamina C es necesaria para la formación de colágeno, para la correcta cicatrización de heridas, reparación y mantenimiento de los tejidos de las diferentes partes del cuerpo, y también para la síntesis o producción de hormonas y neurotransmisores. Al igual que otras vitaminas, es un poderoso antioxidante.
Composición por comprimido:
- 280 mg de ácido L-ascórbico.
- 100 mg de L-ascorbato sódico.
- 87 mg de bioflavonoides de naranja.
Modo de empleo:
Tomar 1 comprimido al día (aporta 463 mg de vitamina C).
Presentación:
Bote de 120 comprimidos.