El ácido hialurónico es un mucopolisacárido (glucosaminoglicano) mayormente producido por el cuerpo con amplias propiedades nutritivas e hidratantes, que favorece la eliminación de sustancias de desechos de células y tejidos. Desde la embriogénesis, el nacimiento y durante toda la vida, juega un papel fundamental en toda la fisiología del organismo. Interviene de forma decisiva en el crecimiento, el envejecimiento y en la salud en general.
El ácido hialurónico es una de las sustancias más estudiadas como componente esencial de la matriz extracelular y se le atribuyen efectos beneficiosos sobre prácticamente todos los órganos y tejidos del cuerpo. Es una de las moléculas de alto peso molecular con una alta capacidad de absorción de agua.
El déficit puede aparecer de forma progresiva con la edad, el proceso de envejecimiento natural o asociado a factores nutricionales y enfermedades donde se afectan la biodisponibilidad y la capacidad de biosíntesis del mucopolisacárido.
Puede encontrarse en la piel, matriz extracelular, cartílagos, vasos sanguíneos y en el líquido sinovial, el humor vítreo y todo el tejido conjuntivo de nuestro cuerpo. Es por ello que el déficit afecta prácticamente todos los sistemas de órganos, y en lo fundamental la piel, mucosas, las estructuras osteoarticulares y la visión, entre otras.
Favorece la retención de líquidos y de nutrientes para el metabolismo celular y el desarrollo y mantenimiento de la piel, las articulaciones y otras estructuras biológicas. Contribuye a la nutrición y adecuada hidratación (superficial y profunda) de piel y mucosas. Mejora la elasticidad natural de la piel y disminuye los síntomas de envejecimiento como pliegues, arrugas o manchas. Interviene en el metabolismo y síntesis del colágeno necesario para el mantenimiento de las funciones estéticas y de barrera natural de protección de la piel. El uso como complemento cosmético se basa en sus propiedades regeneradoras, hidratantes y reafirmantes que contribuyen a mejorar y mantener el buen estado de la piel.
Esta situación se exacerba cuando coincide con una disminución de otras sustancias esenciales como el colágeno, vitaminas (A, B, C o D) y minerales (calcio, silicio, magnesio, o zinc) de las cuales dependen de forma directa o indirecta las capacidades fisiológicas y funciones del ácido hialurónico en la matriz extracelular. El colágeno es responsable de la organización y estructura de la piel a la vez que el ácido hialurónico contribuye a su nutrición e hidratación efectiva.
A nivel del sistema esquelético, promueve una adecuada salud osteoarticular. Protege y regenera el cartílago articular, a la vez que evita el deterioro óseo a nivel de las superficies articulares protegidas por la membrana cartilaginosa de las articulaciones. Nutre y regenera el colágeno. Mejora la calidad y viscosidad del líquido sinovial que favorece una lubricación natural, y que contribuye a la recuperación de la movilidad articular y la capacidad de amortiguación para evitar micro traumas e inflamación.
El uso de complementos conteniendo ácido hialurónico, mejora el dolor, la inflamación asociada a procesos como: osteoartritis, artritis reumatoide, osteoporosis, tendinitis y traumas. Contribuye a la rehabilitación articular, en hombros, cadera o rodillas. Es útil para prevenir traumas provocados por el ejercicio y en la práctica deportiva.
Otros usos: A nivel del humor vítreo de la estructura ocular, al ácido hialurónico se encuentra ampliamente distribuido y se conoce que actúa como nutriente y amortiguador contribuyendo a una buena salud visual. Mejora la salud de las encías, al proporcionar hidratación y resistencia al tejido conjuntivo. Mejora el estado del cuero cabelludo y la salud del folículo piloso. Contribuye a la eliminación de radicales libres o especies reactivas derivadas del metabolismo del oxígeno que le confiere potente acción antioxidante general.
El uso oral junto a complementos y aplicaciones tópicas o cosméticas a base de ácido hialurónico, basan sus beneficios en las propiedades hidratantes, regeneradoras, reafirmantes y reparadoras que contribuyen a mejorar y mantener el buen estado de la piel, actuando a nivel tópico superficial (epidermis) y sistémico sobre las estructuras más profundas (dermis) de la piel.
La vitamina C contribuye a la formación normal del colágeno para el funcionamiento normal de la piel, los huesos, cartílagos, y vasos sanguíneos. La vitamina C contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
Composición por 2 cápsulas:
- 240 mg de ácido hialurónico.
- 80 mg de vitamina C (Ácido l-ascórbico).
Modo de empleo:
Tomar de 1 a 2 cápsulas al día fuera de las comidas.
Presentación:
Bote de 60 cápsulas.