Vitamina K

Comprar vitamina K — guía rápida de compra

Si estás pensando en comprar vitamina K, conviene conocer sus tipos, formatos y combinaciones más habituales. La vitamina K es un nutriente esencial liposoluble con un papel clave en la coagulación de la sangre y en el mantenimiento de unos huesos fuertes.

Sus principales formas son la vitamina K1 (filoquinona), presente sobre todo en verduras de hoja verde, y la vitamina K2 (menaquinona). Dentro de la K2 destacan las variantes MK-4 y MK-7, siendo la MK-7 la más elegida por su mejor absorción.

La vitamina K se presenta en diversos formatos de suplemento. Las cápsulas y cápsulas blandas son cómodas para llevar y dosificar. Si prefieres ajustar la cantidad o te cuesta tragarlas, las gotas y el formato líquido resultan muy prácticos.

La vitamina K2 en forma MK-7 es de las más estables y con mayor vida media en el organismo. Muchos productos mejoran su absorción añadiendo aceite de oliva o MCT, ya que, al ser liposoluble, necesita grasa para absorberse. Si buscas una opción vegana, existen alternativas sin gelatina animal y sin soja.

Cómo saber qué elegir (criterios)

• Tipo de vitamina K: K1 para la coagulación básica; K2 (sobre todo MK-7) si quieres cuidar tus huesos.
• Formato: cápsulas para dosis precisas; gotas si deseas flexibilidad; cápsulas blandas para favorecer la absorción.
• Calidad del ingrediente: prioriza MK-7 estable y de origen claro; por ejemplo, materias primas estandarizadas como MenaQ7.
• Compatibilidad dietética: opciones veganas, sin gelatina, sin gluten y sin azúcares añadidos.
• Etiquetado claro: verifica la cantidad exacta por dosis y el número de dosis del envase.

Compatibilidad y marcas

Algunas fórmulas combinan vitamina D3 con K2, ya que su acción conjunta ayuda a cuidar los huesos. Otras incluyen también calcio y magnesio, dando lugar a complejos más completos.

La K2 contribuye a que el calcio se deposite en los huesos, mientras que la D3 facilita su absorción intestinal; por eso su combinación puede tener mucho sentido.

Si tomas anticoagulantes, revisa siempre las posibles interacciones. En estos casos es necesaria la consulta médica, ya que la vitamina K puede interferir en el tratamiento.

¿Estás embarazada, en periodo de lactancia o quieres dar vitamina K a un bebé? Consulta primero con el pediatra o el ginecólogo. Las necesidades cambian y es imprescindible la evaluación de un profesional.