Suplementos

Suplementos alimenticios

Los suplementos alimenticios son productos concentrados que aportan vitaminas, minerales, plantas medicinales, aminoácidos y otras sustancias que ejercen un efecto fisiológico. Se utilizan para complementar la dieta de cada persona; sin embargo, no son sustitutivos de una comida equilibrada.

Los suplementos alimenticios ayudan a subsanar carencias específicas o a mejorar funciones concretas como la inmunidad, el rendimiento deportivo o el sueño, entre otros. Conviene recordar que cada persona es un mundo, por lo que hay que elegir con cabeza.

La forma en la que podemos diferenciar entre un suplemento natural y un suplemento sintético es el origen de sus principios activos. Los suplementos naturales proceden de fuentes animales, vegetales o minerales. En cambio, los suplementos sintéticos provienen de la síntesis química.

Ambos funcionan, aunque muchas personas se decantan por los suplementos naturales, ya que tienden a absorberse mejor y generan menos problemas de efectos secundarios.

Criterios de elección

La calidad lo es todo. Si lo que estás buscando es un buen suplemento, deberías fijarte en certificaciones como las GMP (Good Manufacturing Practices) o la ISO 22000, que aseguran que el proceso es seguro y controlado.

Los sellos ECO/BIO aseguran que el producto tiene origen ecológico. Si requieres un producto libre de gluten, de lactosa o apto para veganos, debes tenerlo en cuenta en el etiquetado. Factores clave a tener en cuenta a la hora de hacer la compra de suplementos alimenticios:

• Certificaciones de calidad, tales como: GMP, ISO 22000, HACCP
• Biodisponibilidad: es preferible que contengan formas activas como vitamina D3, magnesio bisglicinato, omega-3 EPA/DHA
• Transparencia en la etiqueta: el etiquetado debe ser claro; buena dosis, formularios no extraños
• Formato de presentación: cápsulas para el día a día, polvos para ajustar la dosis, líquidos para que se absorban rápido
• Compatibilidad: revisa interacciones entre fármacos y algunas cuestiones especiales

La presentación es más importante de lo que parece. Las cápsulas son prácticas si tienes poco tiempo. Los polvos sirven para ajustar la dosis a tu propia conveniencia. Los líquidos hacen que la absorción sea más rápida.

También puedes tener en cuenta tu tolerancia digestiva y lo que te resulte más cómodo.

Compatibilidades y marcas

La seguridad es lo primero, sobre todo si tomas medicación. Por ejemplo, hay anticoagulantes cuyos efectos pueden alterarse con omega-3, vitamina K2 o cúrcuma. Si tienes indicación médica de tomar antidepresivos, debes tener precaución con el triptófano, 5-HTP, hierba de San Juan, etc. 

¿Sufres de un trastorno tiroideo? Mejor no suplementarte con yodo sin consultar antes a tu médico.

Cierto tipo de suplementos no son recomendables en el periodo de gestación, como por ejemplo la vitamina A en dosis altas, ashwagandha o melatonina. En cambio, la vitamina D3, ácido fólico y hierro suelen ser seguros y recomendables.