Cremas y ungüentos


Pomadas antiinflamatorias — guía rápida de compra

Las pomadas antiinflamatorias pueden aliviar de forma local e inmediata sin recurrir a fármacos orales. Son muy efectivas para contracturas, golpes, esguinces o dolores articulares.

Estas fórmulas combinan extractos de hierbas o plantas (árnica, harpagofito, cúrcuma) con activos de uso tópico. Así logran efectos calmantes, descongestionantes o antiinflamatorios de calor/frío, según lo que necesites.

¿En qué se diferencian el gel, la crema, la pomada o el ungüento? En la textura y en cómo los absorbe la piel. Los geles son más ligeros y se absorben al instante; ideales para ponerte varias veces al día. Las cremas tienen una textura intermedia y suelen funcionar bien en la mayoría de situaciones. Las pomadas y ungüentos son densos y oclusivos: permanecen más tiempo, van muy bien para la noche o para zonas que necesitan mucha protección.

Si hay contractura o sobrecarga muscular, utiliza fórmulas con calor local: capsaicina, alcanfor o aceite esencial de romero ayudan a relajar el músculo al mejorar la circulación. Por el contrario, tras un golpe o si hay inflamación aguda, convienen fórmulas frías: el mentol o el eucalipto proporcionan alivio rápido y ayudan a reducir la hinchazón.

Cómo elegir (criterios)

  • Tipo de molestia: calor si hay contractura o rigidez; frío en caso de golpe o inflamación reciente.
  • Zona de tratamiento: geles en articulaciones que se mueven mucho; pomadas en zonas amplias como la espalda.
  • Sensibilidad cutánea: fórmulas suaves con caléndula para piel muy delicada; evita salicilatos si eres alérgico.
  • Frecuencia de uso: texturas ligeras si vas a aplicar varias veces al día; pomadas si es solo por la noche.
  • Compatibilidad: revisa la composición si ya tomas antiinflamatorios orales o sigues tratamiento dermatológico.

Compatibilidades y marcas

Entre los ingredientes naturales más habituales en pomadas antiinflamatorias destacan: árnica para golpes, harpagofito para molestias articulares y gaulteria, que aporta salicilato de metilo (similar al ácido salicílico). El mentol proporciona un enfriamiento rápido y eficaz; la cúrcuma aporta propiedades antioxidantes; la caléndula es muy suave y compatible con pieles sensibles.

Ingrediente

Uso habitual

Sensación/efecto

Árnica

Golpes y moratones

Calma y desinflama

Harpagofito

Molestias articulares y tendinosas

Alivio progresivo

Gaulteria (salicilato de metilo)

Dolor muscular y articular

Efecto analgésico local

Mentol / Eucalipto

Golpes e inflamación aguda

Efecto frío

Cúrcuma

Apoyo antioxidante

Refuerzo antiinflamatorio

Caléndula

Pieles sensibles

Suavidad y confort

Capsaicina / Alcanfor / Romero

Contracturas y rigidez

Calor local y mejora circulatoria

Algunas fórmulas pueden manchar la ropa o tener olores intensos por los aceites esenciales. Para bebés, embarazadas o pieles muy sensibles, es mejor optar por productos formulados con concentraciones bajas y sin ingredientes agresivos.

La pauta habitual es de 2–3 aplicaciones al día sobre piel limpia y seca, con un masaje suave hasta su absorción. El efecto se nota normalmente en 15–30 minutos. 

No uses pomadas antiinflamatorias en mucosas ni en heridas abiertas y evita exponerte al sol justo después de aplicarlas.

Preguntas frecuentes

¿Cómo actúan las pomadas antiinflamatorias?

Funcionan al ser absorbidas por la piel; sus ingredientes ejercen el efecto en el tejido local sin alcanzar en gran medida el torrente sanguíneo. Aportan alivio local gracias a extractos botánicos y activos tópicos con efecto calmante, descongestivo o rubefaciente. El masaje mejora la microcirculación de la zona. No aplicar en heridas, mucosas o piel dañada.

¿Son una opción segura como alternativa o complemento?

Suelen ser una opción segura si quieres evitar la pastilla o complementar otro tratamiento, al centrarse en el efecto local.

¿Se pueden usar pomadas antiinflamatorias en niños?

Usa productos específicamente formulados para niños y sigue las indicaciones del fabricante. Evita concentraciones altas de aceites esenciales y consulta con un profesional en caso de duda.

¿Cada cuánto se aplican las pomadas antiinflamatorias?

Habitualmente 2–3 veces al día sobre piel limpia y seca. Lava las manos tras el uso, evita la oclusión salvo indicación del fabricante y suspender si aparece irritación.