Ajo


Cápsulas de ajo - guía rápida de compra

Las cápsulas de ajo contienen el principio activo del Allium sativum adaptado a un formato cómodo y, por suerte, sin el típico problema del mal aliento. Estos complementos alimenticios incluyen compuestos como la alicina, la S-alilcisteína (SAC) y los tiosulfinatos, productos muy valorados desde hace siglos por su ayuda al bienestar cardiovascular y a las defensas.

El ajo en cápsulas es de tres tipos: ajo deshidratado en polvo, perlas con aceite de ajo y ajo envejecido o fermentado. Las cápsulas entéricas liberan el contenido más allá del estómago, así que evitan el olor fuerte y los problemas digestivos.

Por su parte, el ajo negro fermentado tiene mayor concentración en SAC y un aroma mucho más suave que el típico ajo. 

Cómo establecer el criterio de selección

  • Estandarización: Mucho mejor si el producto informa sobre la cantidad de alicina (mínimo 1,8 mg) o del SAC que contiene, algo especialmente importante en caso de extractos envejecidos.
  • Formato de olor: Busca las cápsulas entéricas o recubiertas ya que no repetirán y van a ser mejor toleradas por el estómago.
  • Certificaciones: Busca sellos que garanticen un proceso de fabricación controlado, como GMP, ISO, etc.
  • Compatibilidad dietética: Comprueba que sea vegano o sin gluten si forma parte de tu necesidad.
  • Concentración apropiada: La habitual es entre 600 y 1.200 mg de equivalente de ajo por dosis diaria.

Compatibilidades y marcas

Si tomas anticoagulantes como warfarina, clopidogrel o ácido acetilsalicílico, deberías tener cuidado con las perlas o cápsulas de ajo ya que puede resultar que refuercen el efecto antiagregante. Consulta siempre antes de una cirugía o si tienes un problema de sangrado.

El ajo de oso (Allium ursinum) puede ser una opción más suave para personas sensibles. Por el contrario, los ajos fermentados suelen tener una mejor biodisponibilidad de los compuestos azufrados.

Los extractos envejecidos, en términos generales, son más fáciles de digerir que el ajo crudo en polvo. Si ya tomas otros suplementos cardiovasculares como, por ejemplo, omega-3 o coenzima Q10, las cápsulas de ajo pueden ser una buena opción a añadir a tu rutina; por si acaso, consulta primero si tomas medicación para la tensión o el colesterol.

Preguntas frecuentes

¿Para qué sirve el ajo en cápsulas?

El ajo en cápsulas, que proviene del Allium sativum, suele usarse para ayudar en el bienestar cardiovascular, por ejemplo, mantener el colesterol y la presión en condiciones normales. También supone un aporte antioxidante no despreciable y puede apoyar a las defensas. Eso sí, no sustituye una dieta equilibrada ni el tratamiento médico.

¿Cuáles son las contraindicaciones de las pastillas de ajo?

Si estás tomando anticoagulantes o antiagregantes, vas a ser operado pronto, tienes úlcera o gastritis activa, sufres trastornos hemorrágicos, estás embarazada, en periodo de lactancia o eres alérgico a las liliáceas, consulta siempre con tu médico antes. Mejor prevenir que curar, ¿no?

¿Cómo tomar suplementos de ajo y qué dosis elegir?

La toma ideal es la que viene indicada en el envase. A modo de orientación general, suelen aconsejar desde 600 hasta 1.200 mg diarios de ajo en polvo repartido entre varias dosis. Si se trata de extracto envejecido, tienes que fijarte en la equivalencia indicada por el fabricante. Si te resulta fuerte para el estómago, tómalo junto con comida. Si tomas medicación, consulta con un profesional. 

¿Cómo es mejor consumir el ajo, crudo o en cápsulas?

Depende del objetivo y tolerancia. El ajo crudo aporta compuestos sulfurosos pero repite y es difícil de dosificar. Las cápsulas concentran y estandarizan alicina o SAC, suelen ser sin olor y mejor toleradas; además permiten conocer la dosis por toma.

¿Qué órgano limpia el ajo?

No limpia un órgano concreto. Sus compuestos antioxidantes y azufrados apoyan funciones corporales normales, con evidencia especialmente en salud cardiovascular. Desconfía de promesas de detox no sustentadas.