Se recomienda en el tratamiento del Alzheimer, hígado graso o esteatosis hepática, afecciones de la vesícula biliar, ansiedad, eccemas, exceso de colesterol, síndrome maníaco depresivo y falta de memoria.
Sobre el exceso de colesterol, la lecitina de soja tiene varios mecanismos de acción.
El primero es que se trata de una grasa que compite específicamente en el organismo con el colesterol, desplazándolo de los lugares donde tiende a depositarse.
En segundo lugar, al ser emulsionante, reduce el tamaño de las vacuolas grasas en el torrente sanguíneo, mejorando la proporción de vacuolas de pequeño tamaño (el HDL o colesterol «bueno») en relación con las de mayor tamaño (el LDL o colesterol «malo»).
En tercer lugar, ejerce una acción antioxidante que hace que el colesterol se oxide menos y, por lo tanto, que la misma cantidad tenga un menor poder aterogénico, es decir, que forme menos placas de aterosclerosis, compuestas básicamente de colesterol LDL oxidado.
La degeneración senil, que provoca pérdidas de memoria, parece mejorar notablemente con el aporte regular de fosfolípidos de buena calidad biológica. La lecitina también resulta útil en casos de estrés, épocas de exámenes o en general para nutrir el cerebro.
Ingredientes:
Lecitina de Soja. Antiaglomerante (fosfato tricálcico). (Soja procedente de cultivos genéticamente modificados)
Modo de empleo:
Tomar 2 cucharadas soperas (aprox. 14 grs) al día, bien directamente o espolvoreados sobre las comidas.
Presentación:
Envase de 450 gramos.