Es inconfundible, por sus formas de sombrillas y sus flores rodeados de abejas. Actualmente, en los países nórdicos la angélica se sigue consumando como verdura. La angélica revitaliza todo el organismo, aumenta la resistencia física y psíquica, combate calambres y acidez, previene la depresión. En el medievo la angélica era conocida como medicamento “sana todo” y hoy en día sabemos que muchas enfermedades tienen su origen en la psique. La angélica calma, relaja, armoniza y reequilibra; por tanto, muy adecuada en caso de estrés que causa trastornos gástricos e intestinales. La angélica también tiene propiedades excitantes particulares y el momento en que se toma tiene fundamental importancia: con la comida estimula la digestión; después de la comida es estimulante, pero antes de dormir tiene acción relajante. La angélica, proporciona un buen tratamiento en casos de digestión difícil (aerofagia, hinchazones, atulencia), espasmos digestivos y nerviosos, dolordeestomago (colitis), angustia, emocionalidad, insomnio y nerviosismo. Contiene aceite esencial, ácido clorogénico y caféico, curarinas y furano-cumarinas como la angelicína y la arcangelicína, umbreliferón, arcangeleirón. Precauciones de uso: Durante la gestación evitar dosis elevadas ya que esta planta estimula el útero. Los diabéticos también deben asumirla en pequeñas dosis.
Ingredientes:
Agua, Alcohol, Angélica (Angelica archangelica) hojas 20%, miel.
Ingredientes activos por dosis diaria (2 ml):
Modo de empleo:
Adultos: Tomar 25 gotas 3 veces al día en poca agua o vía sublingual.
Niños hasta 12 años: Tomar 10 gotas 3 veces al día en poca agua o en zumo de fruta.
Presentación:
Frasco de 50 ml.
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