El bazo dirige el transporte y transformación de los alimentos. Interviene directamente en la fisiología de los líquidos orgánicos y transporta y sube estos líquidos al pulmón, ya que su función es humidificar todo el cuerpo, controlando y dirigiendo la sangre y energías nutricias a los 4 miembros. Su buen funcionamiento se manifiesta en los labios (color y humedad). El estómago fragmenta, tamiza y macera, es decir, metaboliza parcialmente. Asegura las funciones de digestión, absorción y asimilación, pero así como el bazo permite subir a las energías, el estómago las baja. Entre ambos generan de los alimentos la llamada energía adquirida. Diferentes cuadros hemorrágicos como úlceras, síndromes de insuficiencia de energía y de sangre, hemoptisis, metrorragias, melenas y hematemesis, se deberían a fallo de energía de bazo-estómago, pues el bazo es el encargado de mantener la sangre dentro de los vasos al controlar su producción.
Este síndrome tiene su origen en errores alimenticios por irregularidad en cantidad y horarios, y por alimentación demasiado rica en grasas, azúcar, alcohol, tabaco y picantes. También el abuso de crudos y fríos debilitan progresivamente la energía de bazo y estómago. Exceso de estrés (congestión de las siete pasiones), preocupaciones y enfermedades de tipo frío SANG HAN aprovechan la agresión al estómago para herir al bazo.
Manifestaciones asociadas a este síndrome: La disarmonía de bazo-estómago dificulta las funciones de absorción y transporte pudiendo aparecer anorexia si el cuadro está muy avanzado, hinchazón postprandial, sensación de plenitud epigástrica y heces blandas y mal formadas. Este vacío engendra insuficiencia de energía y de sangre y por tanto los músculos de los 4 miembros no están bien alimentados. Así daría lugar a signos de vacío de sangre y energía, bulimia a pesar de la indigestión. Esta falta de energía y de sangre se traduce en inconsistencia del tejido conjuntivo, con ptosis muscular de riñón, de útero. En la desarmonía de bazo-estómago se producen hemorragias pero hay que aclarar que no son todas las úlceras sino las propias de este síndrome.
Composición:
Ajedrea (Satureja montana), Angélica (Angelica archangelica), Caléndula (Calendula officinalis), Fenogreco (Trigonella foenum-graecum), Hinojo (Foeniculum vulgare), Manzanilla Amarga (Anthemis nobilis), Menta (Mentha x piperita), Milenrama (Achillea millefolium), Regaliz (Glycyrrhiza glabra), Sauce (Salix alba).
Modo de empleo:
Tomar de 20 a 30 gotas disueltas en medio vaso de agua, 3 veces al día.
Presentación:
Frasco de 31 ml.