
Piel tirante, apagada o con pequeñas arrugas de expresión más marcadas de lo normal pueden ser señales de piel deshidratada. Esta condición muy es común, pero, por suerte, se puede solucionar de manera natural y con un enfoque suave.
En nuestro herbolario online, apostamos por cuidados de la piel basados en el equilibrio entre lo natural y lo eficaz. Por eso, hoy te explicamos las principales causas, cómo diferenciarla de la piel seca y qué tratamientos naturales para la piel deshidratada puedes aplicar según tu tipo de piel.
Causas de la piel deshidratada
La piel se deshidrata cuando pierde más agua de la que es capaz de retener. Este desequilibrio puede deberse a:
- Cambios climáticos extremos o exposición solar sin protección.
- Ambientes con calefacción o aire acondicionado.
- Uso de cosméticos agresivos (con alcohol, sulfatos o perfumes sintéticos).
- Rutinas de limpieza demasiado intensas.
- No beber suficiente agua.
Todos estos factores afectan a la barrera natural de la piel, que actúa como escudo frente a la pérdida de hidratación.
En la sección online “Enfermedades y afecciones” de la Mayo Clinic se recuerda que la piel seca también puede ser una consecuencia de problemas de salud como el hipotiroidismo. Por esto es importante consultar con un profesional médico si, además de la deshidratación, aparecen otros síntomas.
¿Piel seca o piel deshidratada?
Aunque a menudo se confunden, no son lo mismo:
- Piel seca: Suele ser una condición permanente debida a un tipo de piel con escasa producción de sebo.
- Piel deshidratada: se trata de la falta de agua en la piel. Es una condición temporal y reversible, que puede afectar incluso a las pieles grasas.
Piensa que una piel grasa puede tener granitos y estar deshidratada a la vez, algo muy común hoy en día por rutinas demasiado agresivas.
¿Cómo saber si tienes la piel deshidratada?
Describimos algunas señales que indican deshidratación:
- Sensación de tirantez, incluso con piel brillante.
- Pérdida de luminosidad.
- Textura áspera o descamada.
- Pequeñas arrugas marcadas, especialmente en la frente y contorno de ojos.
- Picor o sensibilidad.
Tratamiento para la piel deshidratada: natural y según tu tipo de piel
✔️ Limpieza suave
Opta por limpiadores naturales sin sulfatos ni alcohol. Un jabón vegetal con caléndula o aceites naturales como el de coco puede ser ideal.
✔️ Hidratación profunda
Sérums con ácido hialurónico vegetal, aloe vera o hidrolatos como el de rosa damascena son perfectos para retener la humedad.
✔️ Nutrición adecuada
Usa cremas ricas en aceites vegetales (jojoba, argán, almendra dulce) según tu tipo de piel. También puedes aplicar unas gotas de aceite facial tras el sérum para sellar la hidratación.
Tratamiento natural para piel grasa deshidratada
Si tienes granitos, pero notas tirantez, tu piel está deshidratada. En este caso, puedes ayudar a tu piel a recuperar el equilibrio con productos naturales como:
- Hidrolato de hamamelis o lavanda como tónico.
- Gel de aloe vera puro como hidratante ligero.
- Sérum con niacinamida y ácido hialurónico.
Desde luego, evita exfoliantes fuertes o tónicos con alcohol, ya que solo agravan el problema.
Tratamiento para piel mixta deshidratada
En este caso, es recomendable equilibrar la piel con productos específicos para cada zona:
- Crema ligera con extracto de pepino o savia de abedul para la zona T.
- Aceites más ricos (como rosa mosqueta) para mejillas.
- Mascarilla hidratante de arcilla blanca y manzanilla 1 vez por semana.
Tratamiento para piel seca deshidratada
Aquí la clave es aportar tanto agua como lípidos:
- Limpiadores cremosos con leche de avena o aceite de oliva.
- Sérums de ácido hialurónico y extracto de flor de malva.
- Cremas naturales con manteca de karité o aceites de argán, onagra o macadamia.
¿Cómo hidratar la piel muy seca del cuerpo?
¡No olvides el cuerpo, especialmente en invierno! Algunos gestos sencillos te ayudan a atenuar y prevenir la deshidratación cutánea:
- Duchas cortas con jabones naturales sin sulfatos.
- Aplicar lociones con urea vegetal, karité o caléndula con la piel aún húmeda.
- Una o dos veces por semana, exfolia suavemente con un scrub de azúcar y aceite de almendras.
Recuerda: el agua es una sustancia necesaria para la salud de la piel. En resumen, tratar la piel deshidratada requiere suavidad, constancia y productos que cuiden sin agredir.