Aplicar hielo en la cara se ha convertido en una práctica popular dentro del cuidado facial. Este método, sencillo y económico, promete beneficios que van desde desinflamar hasta mejorar la apariencia de la piel. Sin embargo, como toda técnica dermatológica, también tiene sus riesgos.
En este post descubrirás para qué sirve realmente, qué opinan los expertos y cuáles son los beneficios del hielo en la cara, así como sus posibles contraindicaciones.
¿Para qué sirve el hielo en la cara?
El uso del hielo sobre el rostro, conocido también como ice facial, tiene múltiples aplicaciones estéticas. Su efecto vasoconstrictor ayuda a:
- Disminuir la hinchazón.
- Cerrar los poros temporalmente.
- Mejorar la circulación.
Muchas personas lo utilizan por la mañana para desinflamar los ojos, reducir el enrojecimiento del acné o aportar un aspecto más fresco a la piel.
Además, aplicar hielo puede calmar irritaciones, especialmente tras procedimientos estéticos como la depilación, limpiezas faciales intensas o después de la exposición solar.
También es utilizado como parte de un cuidado facial cotidiano junto con otros productos faciales naturales. Las rutinas faciales coreanas de belleza, por ejemplo, utilizan la el frío para tonificar la piel de forma natural.
¿Qué dicen los dermatólogos del hielo en la cara?
Si haces una búsqueda rápida por Internet, encontrarás que la mayoría de los dermatólogos coincide en que el uso controlado de hielo puede ser beneficioso, siempre que se haga con precaución.
En una entrevista publicada por el National Geographic, la doctora Hadley King, dermatóloga certificada por la American Academy of Dermatology, señala que el hielo puede ser útil para “reducir la hinchazón ocasional bajo los ojos” y “en general, hace que la piel parezca menos roja e hinchada”.
Sin embargo, también advierte sobre el riesgo de quemaduras por frío si se aplica directamente sobre la piel durante demasiado tiempo.
¿Qué pasa si uso hielo en la cara todos los días?
Usar hielo en la cara todos los días no necesariamente representa un peligro, siempre que se respeten ciertas pautas:
- Limpiar el rostro antes de aplicar el hielo.
- Envolver el hielo en una tela o usar rodillos fríos especiales, evitando el contacto directo.
- Limitar el tiempo de aplicación a no más de 2 o 3 minutos por zona.
El uso diario puede ayudar a mantener una piel con apariencia más firme y a reducir la hinchazón matutina. No obstante, en pieles sensibles o con rosácea, el uso diario podría provocar efectos adversos como enrojecimiento prolongado o sensibilidad aumentada.
¿Cuáles son las desventajas del tratamiento facial con hielo?
Aunque sus beneficios son numerosos, el tratamiento facial con hielo tiene ciertas contraindicaciones:
- Quemaduras por frío: aplicar hielo directamente puede dañar la piel.
- Empeoramiento de algunas condiciones cutáneas: como la cuperosis, la rosácea o la dermatitis atópica.
- Irritación: en pieles secas o sensibles, el empleo excesivo puede alterar la barrera cutánea.
- Resultados temporales: los efectos como el cierre de poros o la firmeza no son permanentes.
Personas con enfermedades que afectan la circulación, como la enfermedad de Raynaud, deben evitar esta técnica sin supervisión médica.
Beneficios de aplicar hielo en la cara
- Reducción de la inflamación
El hielo ayuda a disminuir la hinchazón de los ojos, bolsas y zonas enrojecidas, especialmente por acné.
- Mejora la circulación
El choque térmico estimula la microcirculación sanguínea, lo que otorga un aspecto más saludable y luminoso al rostro.
- Disminución de poros
Aunque el efecto es temporal, el frío contrae los poros y deja una textura más suave.
- Control del acné
El hielo puede calmar granos inflamados y reducir la producción de sebo. De hecho, según un estudio piloto, el uso de tratamientos estéticos con frío como el Cold atmospheric plasma (CAP) puede ser muy eficaz y bien tolerado para combatir problemas como el acné.
- Efecto tonificante
Aplicado por las mañanas, proporciona firmeza, reduce la flacidez y da un aspecto más despierto.
En resumen, los beneficios del hielo en la cara son reales si se aplica con moderación y en las condiciones adecuadas. Es fundamental tener en cuenta las contraindicaciones y consultar con un dermatólogo si se presentan molestias o si se desea incorporar este método a una rutina diaria de cuidado facial.
