La histaminosis alimentaria

Publicado el 13/03/2013

La histamina es una molécula vital, un transmisor que pertenece a las llamadas aminas biógenas y que está presente en muchos alimentos de forma natural así como en nuestras células. Normalmente, la ingesta de histamina no causa ningún tipo de problema, ya que es procesada y metabolizada rápidamente por la enzima DiAminoOxidasa (DAO).


Se habla de una intolerancia a la histamina o ”histaminosis alimentaria” en caso de deficiencia de la enzima de metabolización DiAminoOxidasa (DAO) o una proporción desequilibrada entre la histamina ingerida con los alimentos y la facultad de metabolizarla. Debido a ello, la histamina se metaboliza de forma retardada, se acumula en el cuerpo y causa diferentes síntomas. No obstante, es importante saber que no se trata de una alergia sino de una intolerancia de forma retardada y se acumula en el cuerpo.


Las reacciones habituales de intolerancia después de una comida con alimentos ricos en histamina son, por ejemplo:


  • Migraña y otras cefaleas.
  • Erupción cutánea, picor, formación de ampollas.
  • Trastornos digestivos, como diarrea, dolor abdominal, retortijones, flatulencia, sensación de hinchazón.
  • Contracturas, dolores osteopáticos.
  • Asma, dificultades respiratorias.
  • Nauseas, taquicardias, vértigo.
  • Congestión nasal o secreción nasal.
 

Los síntomas de la intolerancia a la histamina se producen siempre que existe un exceso de histamina en el cuerpo. Después de la ingesta de alimentos con histamina, ésta se metaboliza normalmente en el intestino. Sin embargo, en caso de falta de DAO, el exceso de histamina llega a la sangre y desencadena los síntomas.


Los alimentos que experimentan una larga maduración o que se almacenan durante un período prolongado tienen un contenido especialmente alto de histamina y otras aminas biógenas. Además, existen una serie de alimentos que funcionan como liberadores de histamina endógena. Entre ellos se incluyen, por ejemplo:


  • Alcohol, especialmente vino tinto y cava.
  • Productos lácteos.
  • Marisco, pescado y salsas de pescado.
  • Embutido crudo, como salami o bacon.
  • Algunas verduras, como los tomates, las espinacas o las berenjenas.
  • Cítricos, fresas y plátano.
 

En especial, la ingesta combinada de alimentos con un alto contenido de histamina, como por ejemplo vino tinto y queso, puede desencadenar síntomas muy fuertes.


Daosin es uno de los complemento alimenticios que podemos encontrar que están formulados para el tratamiento de la intolerancia alimentaria causada por la histaminosis alimentaria. La DiAminoOxidasa (DAO) que aporta DaoSín complementa la enzima propia del organismo, que es la encargada de metabolizar la histamina. Tomando una o dos cápsulas de DaoSín antes de cada comida, se aumenta la cantidad de DAO en el intestino delgado y, por tanto, la capacidad de degradar la histamina. Con ello se acelera el procesamiento en el tubo digestivo de la histamina presente en los alimentos, que es la desencadenante de los síntomas.

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