Cimicífuga: Una planta muy femenina

Publicado el 15/07/2014

cimicifuga,cimicifuga racemosa,menopausia,fitoestrógeno,estrógeno,hormonas,terapia hormonal sustitutiva,herbolario online,cosmética natural,tratamientos naturales,productos naturales


La cimicífuga es una planta de hoja perenne perteneciente a la familia de las ranunculáceas, originaria de América del Norte, donde crece en las orillas de bosques densos en las regiones desde Ontario hasta Tennesse y el oeste de Missouri. Su nombre botánico es Cimicífuga racemosa, y se lo debe al fuerte aroma de sus flores, capaz de repeler los insectos, ya que se forma a partir de los vocablos latinos cimex (chinche) y fugare (repeler).

 

Los indios de Canadá, Winconsin y Missouri la empleaban para tratar las mordeduras de serpientes, así como para trastornos de tipo ginecológico. La U.S Pharmacopeia (Farmacopea de Estados Unidos) la incorporó en 1830 bajo el nombre de "Black snakeroot". Tres lustros más tarde, comienza a ser empleada por la comunidad médica, concretamente por el Dr. John King, que la prescribía para el tratamiento del reumatismo o de alteraciones nerviosas. Desde mediados del siglo XIX, su utilización se hace muy común entre los practicantes de la "medicina ecléctica", una rama de la medicina americana que empleaba remedios botánicos junto con otras prácticas terapéuticas alternativas, quienes la aconsejaban para dolencias propias de la mujer como ovaritis crónica, amenorrea, dismenorrea, infertilidad o dolores post-parto, entre otras. Es también en esa época cuando comienza a ser utilizada en Europa.

 

Contenido fitoestrogénico de la Cimicífuga.

Planta herbácea perenne, la cimicífuga puede llegar a alcanzar los dos metros de altura. Sus hojas son compuestas, pinnadas, con los foliolos de margen aserrado; sus flores son blancas, con numerosos estambres, que constituyen la parte más llamativa y se reúnen en inflorescencias alargadas. Su raíz es áspera y de color negro.

 

En su composición, la cimicífuga es rica en componentes fenólicos, entre los que cabe destacar ácido cafeico y derivados (ácidos hidroxicinámicos), como metil cafeato, ácido ferúlico, ácido isoferúlico, ácido fuquinólico, ácidos cimifúgicos o ésteres del ácido piscídico. También contiene pequeñas cantidades de ácido salicílico. Recientemente, investigadores de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, han identificado alcaloides y aminas biogénicas entre sus componentes.

 

Los fitoestrógenos de la cimicífuga son la formononetina y la 27-deoxiactina. En sendos estudios realizados por Lehmann-Willenbrock (1988) y Duker (1991), se encontró que compuestos de la raíz de cimicífuga se unen al receptor estrogénico donde selectivamente suprimen la secreción de LH (hormona luteinizante) sin efecto a nivel de FSH (hormona folículo-estimulante). Como resultado, disminuyen los síntomas climatéricos como sofocos, diaforesis (sudoración excesiva) y trastornos psicológicos.

 

El ácido isoferúlico le proporciona efectos antiinflamatorios y capacidad para disminuir los espamos musculares. Por su parte, el ácido salicílico respalda esa mencionada acción antiinflamatoria y, asimismo, le dota de efecto analgésico, que se aprovecha en padecimientos reumáticos, como la artritis.

 

Efectividad verificada.

La aplicación terapéutica principal de la cimicífuga es el tratamiento de síntomas que se producen en la mujer durante la menopausia. De hecho, la Commission E, un organismo alemán autor de monografías sobre plantas medicinales que evalúan su seguridad y eficacia, lo recogió en una de ellas, indicándolo para el malestar climatérico y el síndrome premenstrual. Este hecho es importante, ya que estas monografías se han convertido, con el tiempo, en un referente para muchos organismos nacionales de salud pública.

 

Centrándonos en la verificación científica que la cimicífuga ha tenido a través de los estudios clínicos, comenzaremos citando que en 2010 un equipo de la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia) revisó más de 95 estudios y artículos sobre su efectividad, concluyendo su validez y eficacia para el alivio de los síntomas vasomotores y la mejora del estado de ánimo en las mujeres menopáusicas.

 

En 2002, un monográfico sobre la cimicífuga publicado en American Herbal Pharmacopeia recogía 16 estudios clínicos sobre el tratamiento de síntomas menopáusicos, entre ellos, sofocos, atrofia vaginal y depresión, para cuyo tratamiento se empleó, en la mayoría de los casos, un extracto de cimicífuga. La conclusión global de los autores apoyaba el empleo de la cimicífuga para el tratamiento de síntomas de la menopausia.

 

En 2013, un estudio realizado en la Universidad de Ciencias Médicas de Tabriz, Irán, evaluó la efectividad de la cimicífuga en el tratamiento de los síntomas menopáusicos prematuros en 84 mujeres que los padecían. Los resultados de la investigación arrojaron un descenso tanto en la puntuación total en el Greene Climacteric Scale (GCS), una herramienta de medición de los síntomas climatéricos, como en la puntuación de las distintas escalas que lo conforman: síntomas vasomotores, psiquiátricos, físicos y sexuales.

 

En el mes de junio de ese mismo año, la revista Phytomedicine recogió una investigación realizada por un equipo de científicos suizos con 442 pacientes de sexo femenino con trastornos menopáusicos, sometidas a tratamiento diario durante tres meses con una alta dosis de un extracto de cimicífuga, y los seis siguientes con una dosis media. En sus conclusiones, los investigadores señalaron que se observó una mejoría significativa en los síntomas menopáusicos de las pacientes a la finalización de sus estudios.

 

A conclusiones similares había llegado un estudio realizado por investigadores de la Universidad alemana de Göttingen, publicado cuatro meses antes, según el cual extractos de cimicífuga a bajas dosis resultan efectivos para mejorar los síntomas de la menopausia, reforzando su papel como posible alternativa a la Terapia Hormonal Sustitutiva, en cuyos efectos secundarios incidían los propios investigadores.

 

Por último, y debido a que la Terapia Hormonal Sustitutiva está contraindicada en mujeres con cáncer de mama, en 2002 se realizó un estudio con cimicífuga para tratar los síntomas menopáusicos en mujeres que lo habían padecido, en el cual quedó demostrada tanto su seguridad como su idoneidad.

 

Fuente: Revista Vanguardia en Terapias Naturales nº 46

Envío Gratis
A partir de 30€ en Península
Atención Personalizada
91 314 78 36 / L-V10h - 14h y 16h - 18h
Pago Seguro
Tarjeta, Contra Reembolso, Paypal